Cambio el enfoque de mi mirada y descubro que Amar a mi Familia al tiempo que me Amo a Mí Mism@, está al alcance de mi mano.

 

«No son la carne y la sangre, lo que nos convierte en padres e hijos, sino el corazón»

(Johann Christoph Friedrich Von Schiller. Poeta y dramaturgo alemán)

 

Todos pertenecemos a una familia, mas sin embargo, no todos vamos a vivir las mismas experiencias dentro de nuestra familia. Mientras crecemos, nuestros mayores nos van adoctrinando con sus ideas y sus creencias y nos van inscribiendo conceptos y visiones sobre diferentes temas, que tienen que ver con la forma en cómo ellos creen entender que es la manera correcta de comportarse. Este adoctrinamiento también lo plasman en cómo nos enseñan a vivir y a sentir la familia. En términos generales…, nos hablan de lealtad, y eso está perfecto porque es uno de los grandes valores sobre el que todos debemos de edificar el Mapa de nuestra Etica, ahora bien…, el gran problema se me presenta cuando yo soy leal pero otros miembros de mi familia no lo son conmigo. Y…, ¿Qué hacer entonces? ¿Nos han enseñado a solucionar esto desde el justo equilibrio para todos los miembros implicados en la situación o más bien a poner la otra mejilla? También nos enseñan que la familia es lo primero, y aquí surge nuevamente el dilema…, ¿Es esto una VERDAD o es una CREENCIA?

La familia es una institución social maravillosa y entre sus diversas funciones está la de transmitir a sus integrantes valores y costumbres, pero no siempre logra ayudarles a descubrir su verdadera identidad o a gestionar el proceso relacionado con su integración social. Los miembros con mayor jerarquía tienen derechos y obligaciones, pero todos los demás miembros también. Los padres han de inculcar en sus hijos el gusto por asumir la responsabilidad y el compromiso sobre sí mismos y evitar así conductas codependientes; han de enseñarles la grandiosidad de una correcta inteligencia emocional, han de mostrarles cuál es el camino por el que les Con-Viene transitar para encontrarse con su Libertad…, Libertad necesaria para todo en sus vidas.: descubrir su propia identidad, saber quiénes son, empatizar con un otro, practicar el auto-respeto y el respeto hacia los demás, agradecer todo lo que logren por sí mismos y lo que reciban de otras personas, generosidad, colaboración, alegría, optimismo, afectividad, amor, fidelidad, honestidad, capacidad de negociación, aportar opiniones constructivas, poner límites desde la educación pero con firmeza, tomar el error como una gran posibilidad para aprender, permitirse sentir emociones difíciles de digerir y encontrar la estrategia con la que conquistarlas, desarrollar rutinas y disciplinas en su día a día que les ayuden a lograr sus metas, etc., etc., etc.

Poniéndome a mí misma como ejemplo, Yo Krista, sé que mi vida es absolutamente responsabilidad mía. Es a mí a quien le corresponde trabajar desde mi individualidad para lograr que todo en mi vida funcione de la mejor manera, para alcanzar mis propios logros, para conseguir que mi presencia y mi participación en las diferentes Areas de mi Vida aporten y enriquezcan y para lograr que el ambiente de mis diferentes tipos de relaciones se base en el respeto, la valorización, la consideración y el apoyo hacia mí misma y hacia los demás, para cambiar las reacciones por soluciones, y para retarme conmigo misma ante las situaciones tensas. Todos los miembros de una familia pueden ayudarse entre ellos para lograr atravesar sus propios límites, para manifestar empatía y para responsabilizarse de resolver los conflictos internos que cada uno albergue dentro de sí. El trabajo dentro de la familia, es un trabajo en equipo. Y así, todos pueden amarse y amar, ocuparse de los asuntos propios y ayudar a otros miembros cuando necesiten apoyo, compartir desde el derecho a preservar su intimidad, emitir opiniones si son solicitadas y siempre permitiendo el espacio de libertad para que quien recibe la opinión la tome o no, agradecer todo lo que la institución familiar le aporte. Pero todavía tenemos trabajo por delante para lograr este nivel.

Hoy día leemos frases y textos maravillosos donde se nos habla de que la familia es LO MAS IMPORTANTE. Por supuesto que yo estoy a favor de esta vertiente y creo que debería de ser así, pero he dedicado algo más de 30 años de mi vida a hacerme consciente de muchísimas cosas, y entre ellas aprendí que la realidad de la institución familiar, también nos muestra a todos su otra cara, su cara más difícil. Y es de esta dificultad de donde pueden surgir en la vida de una persona: el miedo, las limitaciones, la culpa, la enfermedad, la vergüenza, los problemas en las relaciones, la pérdida de grandes oportunidades, caminar por la vida sin saber quién es realmente…, cuál es su verdadera identidad y hacia dónde desea dirigir sus pasos, así como un larguísimo etc. ¿Es la familia responsable de ello? No, por supuesto que no. Pero sí es cierto, que es desde la plataforma familiar desde dónde se puede contribuir para que cada miembro logre transcender todas estas tensiones.

La familia nos entrega SU PARADIGMA, y es perfecto porque ello establece la primera plataforma de entrenamiento sobre la que vamos a experimentar, pero cada miembro y acorde a su edad, ha de asumir la responsabilidad de hacerse cargo de sí mismo para convertirse en un gran colaborador dentro de este equipo nombrado la INSTITUCION FAMILIAR. Tenemos que ganarnos el derecho a seguir perteneciendo a nuestra familia, pero desde una posición sanadora y liberada de las imposiciones y/o de lo que los demás esperan de nosotros. Pues es muy común que en todo este proceso se olviden de que cada miembro de una misma familia tiene inquietudes diferentes, por tanto sus vivencias y sus experiencias son también diferentes. Cada individuo se va a tener que enfrentar al reto de descubrir la verdad de su existencia, de dónde viene, qué ha de hacer aquí y hacia dónde continúa su viaje una vez concluye su ciclo vital. Si la familia es un apoyo y propicia la libertad, será la más grande ayuda, pero si por el contrario, la familia se convierte en el guardián que evita que sus miembros abandonen la prisión, entonces las decisiones a tomar serán de elevadísima transcendencia para todos los implicados.

En épocas pasadas los hijos se hacían herederos de los roles, de los negocios e incluso del estatus social de sus padres, pero la propia evolución de la vida obliga a que actualmente los hijos marquen la gran diferencia, descubriendo su propia identidad, diseñando su propio camino y alcanzando sus propias metas.

El vínculo familiar va más allá de la genética y de los lazos sanguíneos. Por ejemplo, en el libro “El día que el cielo se caiga”, su Autora Megan Maxwell dice: “La sangre te hace pariente, pero sólo la lealtad y el amor te hacen familia”. Estoy absolutamente convencida de que es así tal cual. Yo misma he tenido que transcender muchísimos obstáculos provenientes de mi familia. El día que fui consciente de que todo en mi vida dependía de mi propia voluntad para elegir mi camino, alcanzar mis metas y cumplir mis sueños…, ESE DIA…, JUSTO ESE DIA…, ME HICE LIBRE. Desde ese momento crucé planicies, escalé montañas, atravesé mares…, pero LLEGUÉ. Y estoy tan infinitamente SATISFECHA como AGRADECIDA. Son la LEALTAD y el AMOR hacia mí misma l@s que me permiten ser leal y amar a cada miembro de mi familia, aceptando quiénes son y cómo son, aunque después de todo este MI PROCESO, ellos ni enterados estén.

Todo este proceso se puede hacer desde el Amor Infinito a uno mismo y a los Ancestros, yo te ayudo a CONSEGUIRLO.

Krista